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¿Qué es un “confesor de ataúd”?

¿Te imaginas ir a un funeral y enterarte en directo de que el difunto le ha sido infiel a su mujer? Esto es posible gracias a la figura del “confesor de ataúd”.

Así define su trabajo Bill Edgar, un hombre al que le pagan por asistir a funerales y revelar los secretos, que los difuntos no fueron capaces de contar en vida.

Te contamos esta curiosa historia en Todo Sobre Herencias.

Cómo surgió la idea del confesor del ataúd

Todo comenzó cuando Bill Edgar trabajaba como detective privado para un enfermo terminal en Australia.

Él y su cliente, comenzaron a hablar sobre la muerte, el legado de vida que dejamos, el más allá… El enfermo terminal pensó que estaría bien hacer algo especial por su funeral, a lo que Bill contestó que podría escribir su propio panegírico, un discurso que se pronuncia en honor a una persona.

Un panegírico es un discurso que se pronuncia en honor de una persona, normalmente elogiándolo

Sin embargo, el enfermo dijo que a su familia no le gustaría lo que tenía que contar, por lo que no lo leerían nunca en público.

Entonces, al detective se le ocurrió una idea: ¿Y si fuera él mismo el que interrumpiera el funeral para leerlo? Y así empezó todo. Ahora Bill se gana la vida hablando en nombre de los muertos en los funerales y haciéndose llamar “Confesor de ataúd”.

Qué hace un confesor de ataúd

Tal y como él cuenta, su trabajo consiste en que durante el funeral, se levanta y lee lo que la persona en el ataúd no quiso decir estando vivo.

Obviamente, nadie se espera que esto va a pasar, por lo que es algo que puede llegar a causar mucho caos y disgusto entre lo más allegados del difunto.

“En un punto exacto del funeral, me levanto, abro un sobre y leo exactamente lo que la persona en el ataúd no pudo decir“.

Bill Edgar, confesor de ataúd, para Newsday del Servicio Mundial de la BBC.
funeral confesor de ataud

Un trabajo bien pagado

Este empleo, inventado por B. Edgar, está muy bien pagado. Puede llegar a cobrar hasta $7.000 por leer un testamento o revelar algo comprometedor sobre el muerto. Podría ser cualquier cosa: desde pornografía, a drogas, armas, dinero o infidelidades.

Bill puede llegar a cobrar 7.000 dólares por hacer este trabajo.

El confesor del ataúd recuerda que, una vez en un funeral, el mejor amigo del difunto le dijo que parara de hablar. Resulta que este había estado intentado seducir a la mujer del amigo, mientras estaba en su lecho de muerte. ¿Imaginas el panorama? El hombre tuvo que irse “por la puerta trasera”.

Además, en el escrito, el muerto también pedía que algunas personas abandonaran el lugar. No obstante, después de esto, Bill dice que el funeral continuó siendo bastante agradable.

Los secretos ya no se llevan a la tumba

Después de saber esto, hay que andarse con cuidado. Los secretos ya no son tan secretos y, si hiciste algo turbio con el difunto, puede ser revelado en su funeral.

Por suerte o por desgracia, y por razones que son obvias, Bill no recibe comentarios, reseñas o quejas negativas de sus clientes fallecidos, pero cada vez tiene más trabajo y siguen contratando sus servicios como confesor de ataúd.

La figura de confesor de ataúd, es un particular oficio que ha inventado este hombre, y que a día de hoy, en España no es muy popular. O al menos, no sabemos ninguna historia sobre ello.

¿Te imaginas ir a un #funeral y enterarte en directo de que el difunto le ha sido infiel a su mujer? Esto es posible gracias a la figura del #ConfesorDeAtaúd ⚰ Clic para tuitear

Mi opinión

Quizás ahora, esta historia únicamente nos impacta o simplemente nos parece curiosa, pero debemos hacernos una pregunta: ¿Para quién es el funeral, para el muerto o para los vivos?

Seguro que a veces has pensado: “me gustaría que en mi funeral sonara esta canción” o “me gustaría que mi hermana dijera unas palabras”. Incluso puede ser que ya tengas pensado tu epitafio o qué quieres que hagan con tu cenizas, en caso de que elijas incinerarte.

Aunque es algo que no solemos hacer, mucha gente organiza su funeral en vida, como si fuera otra celebración más, para que todo esté a su gusto. ¿Por qué no elegir a alguien que cuente tus secretos más oscuros también? Así te quedas a gusto y tal vez desahogas todo aquello que no pudiste decir en vida.

No sé cómo de turbios serán tus secretos, pero contratar un confesor de ataúd, puede hacer que descanses en paz. Lo que sí te aconsejo es que dejes previsto tu funeral en tu testamento, ya que es un momento difícil para los que se quedan y le facilitará el mal trago.

En Todo Sobre Herencias, te ofrecemos un servicio de albacea y te ayudamos a redactar tu testamento. Si lo necesitas, ponte en contacto con nosotros. Y si quieres, también nos puedes contar tus secretos, prometemos ser una tumba… ¡hasta el día de tu funeral!

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